PROGRAMA DE LÍNEA || FLACSO, Sede Académica México

Reseña de la participación de María Catalina Gómez en el 5 LAEMOS.

En Relatoría el día 26/06/2014 a las 7:52 PM

Les compartimos la información proporcionada por nuestra compañera María Catalina Gómez Dueñas de su participación en el Latin American and European Meeting on Organization Studies con su trabajo Organización e identidad: la experiencia social de mujeres trans en Cali, Colombia.

Agradecemos la información y aquí les dejamos su reseña y texto de la investigación presentada.

Reseña:

“La mesa en la que participé llevaba por nombre (un)doing organization. En ésta se presentaron distintos trabajos sobre organizaciones (tanto de la sociedad civil como de empresas) con una perspectiva analítica de género. En una primera ronda se presentaron estudios que intersectában las categorías de clase y género; en una segunda se exploraron los roles de género en las organizaciones; en una tercera se mostraron estudios empíricos sobre procesos de organización social a partir de la posición de género de los actores sociales y en una tercera se ofrecieron algunas reflexiones teóricas sobre la pertinencia y necesidad de incluir la perspectiva de género en los estudios organizacionales. La mayoría de los trabajos presentados tenían como base una metodología cuantitativa, aunque también hubo casos de estudios desde una perspectiva teórica/metodológica cualitativa y en dos de las presentaciones se recurrió a la epistemología feminista y poscolonial”.

Resumen:

Esta propuesta de investigación la desarrollo actualmente como mi tesis de maestría en el programa de Ciencias Sociales de la Flacso sede México. Lo que se propone es estudiar el tema de la organización social de  mujeres trans[1] y su vínculo con la construcción de las identidades sociales de sus integrantes. Teniendo como referencia la propuesta teórica y analítica de Fracoise Dubet (2010), se tratar a las categorías de organización e identidad como experiencias sociales, donde se combinan lógicas de acción integrativas, estratégicas y subjetivas, que remiten tanto a estructuras objetivas como a un trabajo del actor sobre si mismo y sobre la realidad. Se da cuenta de los deslizamientos armoniosos y tensionantes que hay entre cada lógica de acción cuando se lleva a cabo un proceso organizativo, y del impacto que éste tiene en la construcción, cambios y permanencias de las identidades de las mujeres trans organizadas. En términos metodológicos se recurrió a la investigación cualitativa, con la realización de entrevistas y observación participante en un grupo de mujeres trans organizadas en la ciudad de Cali, Colombia. Así mismo se realizó revisión documental de algunos sus archivos, para reconstruir el proceso organizativo.

La investigación se ubica en una perspectiva analítica relacional y situacional, donde la identidad no se entiende como un elemento descriptivo para definir la experiencia social, sino que se propone como una teoría, que “puede considerarse como una prolongación (o profundización) de la teoría de la acción, en la medida que es la identidad la que permite a los actores ordenar sus preferencias y escoger, en consecuencia, ciertas alternativas de acción” (Giménez, 2005: 39). Para Giménez, la identidad no solo permite comprender, dar sentido y reconocer una acción, también hace posible explicarla; así mismo, es útil para la comprensión y explicación de los conflictos sociales, y en términos empíricos, permite descubrir la existencia de actores sociales que han sido ocultados bajo otras categorías sociales (2005). De manera que, los registros múltiples de la identidad se tejen en tiempos, situaciones y relaciones específicas. Esto no remite a un sujeto social esquizofrénico, por el contrario, recupera la capacidad de acción del mismo, la presencia de los otros en este proceso y los marcos culturales en los que se construye la acción como capacidad reflexiva. Entonces, “la identidad es el conjunto de repertorios culturales interiorizados (representaciones, valores, símbolos), a través de los cuales los actores sociales (individuales o colectivos) demarcan sus fronteras y se distinguen de los demás actores en una situación determinada, todo ellos dentro de un espacio históricamente específico y socialmente estructurado” (Giménez, 2002: 38). En este caso, se reconstruyen procesos identitarios ligados al género, la ciudadanía, la clase y la etnia.

De acuerdo con Dubet (2010) la experiencia social se forma en un parte del actor que no se encuentra del todo socializada, lo que no significa que éste escape de lo social, sino que su vinculación no es homogénea ni congruente; es decir que la acción no tiene una sola unidad. Esta parte “gris” de la acción es subjetiva, en la medida en que el individuo da cuenta de sus actos al tomar distancia de si mismo y al administrar las lógicas de acción que activa. Dichas lógicas son relacionales, lo que hace posible identificar las lógicas propias de cada experiencia (lógica de integración), la combinación de lógicas para lograr objetivos determinados (lógica de estrategia) y la manera en que el actor las combina y dinamiza a nivel individual y colectivo, es decir su capacidad crítica (lógica subjetiva).

Teniendo en cuenta lo anterior, al hablar de la organización como una experiencia social, se propone que sus objetivos o misión no son las únicas lógicas de acción presentes en ésta, pues al ser una experiencia social puede contener una gama de lógicas diversas, que contribuyen a su formación, permanencia y cambios. Los elementos que componen las organizaciones, como la estructura social formal, la tecnología, el ambiente y los participantes (Scott, 1978, citado en Jaffe, 2011) pueden hacer parte de la lógica de acción estratégica, donde se decanta una racionalidad específica guiada por objetivos y metas determinadas. Mientras que algunos elementos como los símbolos o valores (Schein, 1992, citado en Jaffe, 2011) o la estructura social informal (Scott, Ibíd.), pueden ubicarse en la lógica de acción integrativa y/o subjetiva, donde lo que prima son los sentidos de pertenencia, reconocimiento y capacidad crítica.

El estudio de las organizaciones puede darse desde distintas perspectivas, en este caso se propone recuperar la cultural, entendiéndola como algo que la organización es. En este sentido “se considera a la organización como punto de encuentro de significados, sentimientos, expectativas, valores, cogniciones y estados de ánimo de todo tipo” (Coller y García, 2004: 84). Por lo tanto, es posible proponer que la organización no es sólo una estructura objetiva, también es una experiencia de vida subjetiva, que hace parte tanto de los resultados de la organización como de su propia dinámica; y que a su vez se encuentra íntimamente relacionada con las identidades y otras experiencias de vida de quienes confluyen en este espacio. Así, recurrir a una perspectiva cultural para estudiar las organizaciones, puede ser un puente apropiado entre este nivel de análisis y el de las identidades sociales que ahí llegan, permanecen o se transforman.

Finalmente, se estudia la construcción de ciudadanía de estas mujeres trans, como una identidad política que permite establecer relaciones con el Estado, tanto a nivel formal como simbólico (Bobes, 2007). En este sentido, la identidad ciudadana se entiende como “un principio articulador que afecta a las diferentes posiciones de sujeto del agente social al tiempo que permite una pluralidad de lealtades específicas y el respeto de la libertad individual” (Mouffe, 1999: 120). Por lo tanto, su estudio permitirá recuperar las tensiones propias de la distinción público/privado, referidas a la sexualidad y a la identidad de género de las mujeres trans; las formas en que son asimiladas, reapropiadas o subvertidas desde y en los procesos organizativos.

 

Referencias bibliográficas:

  • Bobes, Cecilia (2007) “Introducción” y “Excurso sobre el modelo teórico”, en: La Nación Inconclusa. (Re) constituciones de la ciudadanía y la identidad nacional en Cuba, México: FLACSO México, pp.11-33.
  • Coller, Xavier y García, Roberto (2004) “Introducción” y “La organización como cultura”, en: Análisis de organizaciones, España: CIS.
  • Dubet, Francoise (2010) Sociología de la Experiencia, España: CIS, Editorial Complutense.
  • Giménez, Gilberto (2002) “Paradigmas de la identidad”, en: Sociología de la identidad, México: Miguel Ángel Porrúa, pp.35-62.
  • Giménez, Gilberto (2005) “Identidades sociales”, en: Teoría y análisis de la cultura, México: CONACULTA, pp.11-115.
  • Jaffe, David (2001) “Introduction: definitions and conceptions” y “Emerging organizacional paradigms: postbureaucracy, culture, and knowledge”, en: Organization Theory, Boston: McGraw Hill, pp. 1-19 y 156-184.
  • Missé, Miquel y Coll-Planas, Gerard. (2011) El Género Desordenado. Criticas en torno a la patologización de la transexualidad. Barcelona, Madrid: Editorial EGALES, S.L.
  • Mouffe, Chantal (1999) El retorno de lo político. Comunidad, ciudadanía, pluralismo, democracia radical, Barcelona: Paidós.


[1] En este trabajo se entenderá por identidades trans aquellas identidades de género que cuestionan el sistema social heterosexual, es decir identidades que no corresponden con la clasificación de un ordenamiento binario, justificado en el esencialismo tanto del sexo como del género y en la reproducción de la especie (mujer femenina y hombre masculino). Se retoman las siguientes clasificaciones para el caso de mujeres trans (hombres biológicos): transformistas: quienes adoptan una estética femenina de forma esporádica; travestis: quienes adoptan una estética y prácticas femeninas de forma permanente; transgénero: quienes además de lo anterior se realizan modificaciones corporales por medio de cirugías o consumo de hormonas; transexuales: quienes realizan todo lo anterior y una cirugía denominada como reasignación de sexo. Como se verá más adelante, esta clasificación es un punto de partida de carácter contextual, ya que en esta investigación se propone la categoría analítica de identidad, desde una perspectiva sociológica constructivista y relacional, para la cual el actor social juega un papel fundamental en su proceso de identificación y puede ir más allá de la clasificación médica expuesta. (Missé y Coll-Planas, 2011)

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