Seminario dictado por el Dr. Horacio Tarcus[1]
Por: Zoraida Arcila Aristizábal.
Como especialista en Historia Intelectual y estudioso de los marxismos del siglo XX, como así se denomina, una de las principales preocupaciones del Doctor Tarcus, se inscribe en la necesidad de trascender las miradas que sobre el Marxismo se tiene en América Latina, especialmente desde la historia filosófica de las ideas. Su propuesta se inscribe entonces, en la necesidad de descentrar la noción de una época histórica dominada por un “gran autor”, poseedor de una “gran idea”, expresada en una “gran obra”, apostándole a un giro hermenéutico en el cual es posible “ver el carácter incompleto de toda obra completa y el carácter construido de toda obra”, donde los procesos de recepción (producción, difusión, recepción, apropiación) juegan un papel importante.
Es así, como llama la atención sobre lo que Carlos Altamirano (2010) había señalado como una red de intelectuales, figuras desconocidas, secundarias que, bajo la sombra de un “gran intelectual” han sido invisibilizados en la historia, pero que contribuyen en ella, como mediadores culturales, en manos de quienes es posible hallar los rastros de un entramado social mucho mayor, a través del seguimiento de sus actividades como traductores, editores, periodistas, libreros. Esto a su vez implica la pregunta por dimensiones materiales, en las cuales no se ha puesto el suficiente énfasis.
A partir de esta nueva perspectiva, el Doctor Tarcus se plantea nuevas preguntas sobre el proceso de recepción de la obra de Marx en la Argentina, entre 1870 y 1910, marco temporal en el cual se dio por primera vez la aparición del nombre Marx en una publicación local, un artículo del diario La Nación, hasta los años en los que el avance de sus ideas lo convertían en un referente del movimiento obrero.
Su obra, Marx en la Argentina, sus primeros lectores obreros, intelectuales y científicos (2007), lo posiciona como un investigador inquieto por la forma en que en un determinado contexto histórico nacional, se dio la reelaboración de una propuesta teórica, que ha acompañado las perspectivas ideológicas de varias generaciones. Las variaciones que de ella se hicieron, la simplificación, el trabajo de síntesis, interpretación, el esfuerzo por su laicización, la re/significación y la apropiación, hacen parte de un trabajo intelectual creativo y original, que posicionan una nueva perspectiva sobre el marxismo latinoamericano.
En su presentación, sintetizó de forma clara que sus intereses se vinculan con la circulación internacional de las ideas y su recepción latinoamericana, a nivel particular, el marxismo y el socialismo romántico. Lo que le permite indagar sobre el carácter activo y creativo de quienes buscan “importar” cierto cuerpo de ideas para hacerlas propias, ya sea traduciéndolas, citándolas, prologándolas, anotándolas. Igual relevancia tienen los modos, las vías, a través de las cuales ingresan y se mueven estas corrientes de pensamiento. Y es aquí, donde su propuesta metodológica le permite reflexionar sobre los esfuerzos de los intelectuales por “aclimatar en suelo latinoamericano ideas provenientes de Europa”, a partir de diferentes frentes como: la lectura y sus medios, libros, folletos, periódicos y revistas; la lectura y sus espacios, las emergentes librerías y sus gabinetes de lectura, las bibliotecas privadas y las primeras bibliotecas populares fundadas por las mutuales obreras; la lectura y sus sujetos, traductores, editores, tipógrafos, profesores.
Como se lee en la introducción de su libro, “el fenómeno social, político y cultural de la vertiginosa difusión internacional de las ideas de Marx durante las dos últimas décadas del siglo XIX y principios del siglo XX, ha constituido (y constituye aun) un extraordinario estímulo para la historia intelectual” (Tarcus, 2007). Si bien esta investigación toma lugar en un lugar y en un tiempo concreto de la historia humana, es igualmente una apuesta que va más allá del plano de las ideas, para proyectarse sobre las prácticas sociales, lo que reconcilia una vez más, diferentes discursos a menudo en conflicto: filósofos, sociólogos e historiadores.
[1] Es Doctor en Historia por la Universidad Nacional de La Plata, docente de la Universidad de Buenos Aires e investigador del Conicet.
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Sociología en la Frontera.